La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y brindar información. La habitación era amplia y muy limpia, con aire acondicionado y una terraza que ofrecía vistas espectaculares de la sierra. Además, el restaurante tenía un menú local que resultó delicioso, destacando la calidad de los ingredientes utilizados.

La única cuestión que encontré es que, aunque el entorno era idílico, plataformas para facilitar el acceso a personas con discapacidad funcional podían mejorarse.

Terraza con vistas espectaculares al atardecer.

Ideal para una escapada campestre

La comida en el restaurante fue un festín para los sentidos, especialmente el montado de lomo que probamos, simplemente inolvidable. Además, el servicio de la chica joven que nos atendió era excepcional y te hacía sentir como en casa.

No era precisamente barato, pero tampoco se puede quejar uno.

Estuvimos una noche y la terraza con vistas a la sierra fue lo mejor 😊. Todo muy limpio y cómodo, y el desayuno en el bar no decepcionó. Solo que la chimenea de la recepción no estaba encendida, lo que le habría dado calidez.

Estuvimos un grupo de amigos y pasamos un gran tiempo. La comida fue de lo mejor, sobre todo los montados de lomo. Hicimos una pequeña excursión por la sierra y visitamos algunas bodegas locales. El ambiente del lugar es perfecto para relajarse y disfrutar de un buen vino.

La única pena fue que la chimenea de la recepción no estaba encendida, lo que le habría dado un toque más acogedor al lugar.

La amabilidad del personal y la comodidad de la habitación fueron un lujo. Las vistas desde la terraza son impresionantes, y la cena en el restaurante fue un deleite con vino de la región. Sin duda, repetiré.

No es que me queje, pero la única conexión Wi-Fi era más lenta que mi abuela contando un chiste.

edificio bonito, jardín cuidado, terraza cómoda

No entiendo por qué la chimenea de la recepción no estaba encendida, eso le habría dado un toque extra de calidez!!! La decoración del salón donde se celebran eventos podría ser más acogedora, ¡no hace falta ser minimalista en un entorno rural!!!

Ubicació tranquil·la, bones vistes i habitació fresca. Tracte amable del personal, menú local deliciós. Ideal per desconnectar i gaudir de la natura. La piscina pública a prop és un bon afegit per fer un bany i relaxar-se.

El lugar tiene un encanto especial y la comida es deliciosa, destacando los montados de lomo y la presa paleta. Las habitaciones son limpias y amplias, con bonitas vistas. Sin embargo, la chimenea de la recepción no estaba encendida, lo que hubiera aportado un toque más acogedor.

me encantaría volver

Las habitaciones eran amplias y estaban muy limpias, con aire acondicionado y una terraza que tenía unas vistas preciosas de la sierra. El bar era un buen lugar para desayunar, y el jardín era bien cuidado, perfecto para relajarse. La comida en el restaurante fue deliciosa, con platos de la zona muy bien elaborados.

El Hotel Rincón del Abade es un lugar encantador. La atención del personal fue excepcional, especialmente de una joven que nos atendió en el restaurante. La comida fue impresionante. disfrutamos de unos montados de lomo y una presa paleta que estaban de 10. La habitación que reservé era amplia y muy limpia. Las vistas desde la terraza eran espectaculares, y el salón donde se celebraban las jornadas folclóricas era amplio y bien decorado. Sin embargo, hubiera sido perfecto si la chimenea de la recepción hubiera estado encendida. Aunque no hacía mucho frío, esa pequeña falta restó un poco de ambiente y calidez. En general, la experiencia fue muy agradable, y definitivamente volveré.

La suite nupcial era increíble, aunque hubiera preferido que la chimenea estuviera encendida.

Me cautivó el arroz local de Nagasaki en el restaurante! La cocina de la zona es un festín para los sentidos, con platos elaborados que hacen que quieras repetir una y otra vez. Además, la habitación era amplia y cómoda, y tenía unas vistas que quitaban el aliento. El bar también tiene un buen ambiente. perfecto para empezar el día con un buen desayuno en una terraza preciosa.

La única pega fue que la chimenea de la recepción no estaba encendida. Aunque no hacía demasiado frío, un poco de calidez extra siempre es bienvenido.